Ariatna Villegas
En el día del Amor y la Amistad las personas compran todo tipo de productos
para regalar: flores, juguetes, muñecos de peluche, muñecas, bolsas, ropa,
lapiceras, zapatos, globos, dulces, tarjetas, incluso coches. Lo que pienso es
que cada día más gente se basa en lo material, con un dilema: “Entre más grande
mejor”, “entre más grande regale más me querrán”. Pero la verdad es que la
gente se vuelve presumida y piensa que entre más grande regales la gente te
tendrá envidia.vidasanaclub.blogspot.com |
Existen quienes ahorran todo el año para comprar un presente
a cada uno de los amigos, pero también existen quienes se hacen llamar tus “mejores
amigos” y en realidad no lo son; de esos que me regalan cuando llego a la casa aviento
sus regalos a la cama y los regalo en las fiestas de mis sobrinos.
Otra situación que vemos en esta fecha es que la gente hace
su agosto subiendo el precio de los productos, y aún así compramos, porque sólo nos
basamos en lo material sin pensar en por qué regalamos, en qué sentimos cuando
regalamos, que en realidad es lo que vale.
Historia
De acuerdo con la página elcastellano.org la historia del día de san Valentín
—festejado actualmente por millones de enamorados de varios continentes—, hunde
sus raíces en la Roma clásica, en la fiesta februa (v. febrero) de los latinos,
un ritual de purificación que legó su nombre a este mes. Cada año, el 15 de
febrero, los romanos homenajeaban a Fauno Lupercio, el equivalente latino del
dios griego Pan, protector de los rebaños, que también representaba la sensualidad
masculina desenfrenada, expresada en los mitos de faunos y machos cabríos.
En este festejo, llamado Lupercalia, los jóvenes romanos corrían por las
calles cubiertos apenas con una piel de cabra, flagelando a las muchachas que
encontraban a su paso con correas de cuero, en la creencia de que este castigo
daba fecundidad a sus víctimas. Durante los primeros siglos después de la
entronización del cristianismo como religión oficial del Imperio romano, los
fieles de la nueva fe continuaban celebrando muchas fechas paganas, tales como
la fiesta del Sol invicto y el homenaje anual a Fauno Lupercio.
Para acabar con ellas, la Iglesia instituyó nuevas
fiestas cristianas en fechas muy próximas a las conmemoraciones paganas. Así,
en lugar de la fiesta del Sol invicto, que ocurría alrededor del 21 de
diciembre, se instauró la Navidad y, para terminar con la festividad de Fauno Lupercio, el papa Gelasio I
creó, el 14 de febrero, el día de san Valentín, un personaje legendario,
supuestamente ejecutado en 270 por orden del emperador Claudio II.
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