lunes, 19 de marzo de 2012

Cuicuilco y el Bosque de Tlalpan

Mercedes Guerra

Luis Daniel Ávila
Foto. Daniel Ávila
Lunes 19 de marzo del 2012. Hoy en la mañana me desperté como eso de las 6:25 pues mi hermana (Clara) quería hacer del baño y quería que le ayudara. Después encendí la tele por unos 10 minutos antes de tender mi cama. Bajé al baño, subí, me cambié, luego mi mamá me dio leche de Clarita; bajé, arreglé mis cosas, me peiné y le ayudé a mi mamá a medio acomodar la casa (Acomodé los sillones, barrí y medio recogí la cocina) Subí ropa que había abajo y aproveché para saludar a mi abuelito, y me dio dinero.

Luego bajé y me dijo mi mamá que acomodara las ligas para peinar a Clarita, agarré mis cosas, me despedí de mi abuelito y me salí con mi mamá y Clarita a las 8:15. En el camino mi mamá me preguntó que si llevaba la cámara, ¡ups! me tuve que regresar.

Una vez con mi mamá y la cámara en mi poder nos encaminamos hacia el microbús que nos llevó al Metro Constitución de 1917, llegamos a las 8:35. Alrededor de 20 minutos después llegó el maestro.

Por un rato se la pasó dando información a nuestros padres, sólo llegaron cuatro hombres, dos solos y dos con su esposa, las demás eran mamás. Unos 30 minutos más tarde llegó el autobús y me senté junto a Griselda. Llegamos a la pirámide de Cuicuilco pero no pudimos subir porque estaba restringida la subida, había un letrero que decía que si subíamos la base piramidal se deterioraría bastante. Al museo tampoco pudimos entrar porque los encargados no trabajaron, pero aun así me divertí.

Foto. Operador autobús
Aunque tuvimos que conformarnos con estar un rato en el pasto platicando y tomando algunas fotografías, y descubriendo, entre Griselda, el maestro y yo, quién de las hermanas gemelas era Coral. Antes de irnos hicimos una fotografía grupal creando una pirámide humana. Fuimos al baño y nos percatamos que un niño se había atorado adentro. No pasó a mayores.
Foto. Daniel Ávila

Como ya sabíamos que no habría nada de recorrido en la pirámide, el profesor trazó el plan B, decidió ir al Bosque de Tlalpan que se encuentra muy cerca de donde estábamos. Una vez que llegamos al bosque nos encaminamos por una disque cascada, me cansé un montón, pero aun así llegamos.

Foto. Daniel Ávila
Foto. Daniel Ávila
Un rato después me empezó a doler mucho mi panza pero no fue motivo para dejar los columpios antes de comenzar el descenso por donde habíamos subido, fue más fácil aunque uno se resbalaba mucho y podías caer. En el recorrido también nos subimos a unos árboles, que por cierto, algunos muy grandes y con caprichosas formas en sus raíces.

Una vez abajo nos lavamos las manos en una llave donde el agua se podía tomar, según decía un letrero. Luego fuimos a comprar pero terminamos yendo al baño. Alrededor de las 14 horas ahora sí fuimos a comprar y ya después nos regresamos al autobús que encaminó rumbo al mismo punto de donde partimos por la mañana, al Metro Constitución de 1917.

1 comentario:

  1. a va maestro pero va a qerer qe le llebe las notaas ee vaaa comoo noo noos lleboo soloo llebaa a esoo alumnoos vaa vaa

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