domingo, 20 de noviembre de 2011

Con frío y sin bandera

Rubén Mejía

Octubre 22 de 2011. Salimos del cuartel a las 8:30 horas rumbo al Ajusco a realizar la práctica de campo; el camión se fue por toda la Avenida Insurgentes. Cuando llegamos, apenas bajamos de la unidad y el frío calaba los huesos. Dos oficiales que nos esperaban fueron quienes nos platicaron de qué trataba la caminata, les seguimos.
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Conforme subíamos el monte el frío se intensificaba y la neblina se volvía espesa, pero al medio día el clima cambió por calor, además para ese momento íbamos trotando. Encontramos dos tubos grandes que atravesamos en cuclillas, durante 20 minutos todo fue oscuridad.

Seguimos caminando otra vez de subida hasta el punto donde acamparíamos, ahí preparamos el desayuno. El oficial nos ofreció una mezcla de té, chocolate, café y leche en polvo. El otro oficial nos indicó cómo levantar la casa de campaña, lo hicimos. A las 18 horas el frío otra vez se sentía y la tarea fue recolectar ramas secas para hacer fuego.
A la media noche salimos otra vez en caminata, cuando nos detuvimos estaba todo muy oscuro, no me podía ubicar ni sabía dónde estaba, comenzamos a contamos historias de terror. Regresamos al campamento a dormir, no supe qué hora era. Pero entre las 4:30 y las 5:30 a algunos nos levantaron a hacer guardia, todavía estaba muy oscuro y se sentía mucho frío, también donde dormí se sentía mucho frió porque estaba lejos del fuego.

Durante la hora de mi guardia alguien se robó o desapareció la bandera guión del penta. Al terminó regresé a mi casa de campaña que estaba hecha hielo. A la mañana siguiente todos nos enteramos que los niños pequeños no durmieron bien, ni los oficiales. Algunos al moverse les daban calambres, por lo que nos pusieron a dar vueltas.

Entonces nos preguntaron de la bandera pero nadie habló ni nadie supo dónde pudiera estar. Algunos compañeros y yo nos fuimos a explorar sin permiso con la finalidad de encontrarla. En el camino empezamos a jugar piedrazos y un niño resultó herido de un codo, se le hinchó. Terminó el juego y cuando íbamos saliendo del bosque sentíamos temor de que algo nos pasara. Al regreso recibimos un pequeño castigo pero la bandera nunca apareció.

Levantamos las casas de campaña y empezamos el recorrido de regreso, abordamos el camión rumbo al cuartel.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Castigado y adolorido

Rubén Mejía
Fotografía: flickr.com
Domingo 16 de octubre de 2011. En la Policía Militar del Pentathlón (delegación Cuauhtémoc) realizamos diversas actividades comunitarias, ayer salimos a cubrir un servicio que se llama antigrafiti, actividad que al final de cuentas no llevamos a cabo pues se nos asignó otra tarea, que no fue tan mal.

Fuimos al Ajusco a campaña de domblin (saltos y marometas), competencia en la que participaron 17 zonas del penta menor de Hidalgo, Oaxaca, Morelos, así como de Ixtapalapa y Tlahuac; obtuvimos el segundo lugar.

Mi actuación fue saltar de campana de cuatro bases y mortal, y otros tres saltos de tigre, hasta llegar a ocho. A nivel pelotón no hubo ganador, por lo que al regresar al cuartel nos castigaron poniéndonos a practicar y practicar.

El domingo, después de los honores a la bandera, me quedé encuartelado como parte del castigo. Además de estar bastante adolorido por las rutinas del día anterior.