Enero 13/2013. El 19 de diciembre pasado viajé junto con mis
papás a Nauzontla, Puebla, pueblo donde nació mi papá, municipio enclavado en
la Sierra Norte o Sierra de Puebla. (http://www.elocal.gob.mx/work/templates/enciclo/puebla/Mpios/21101a.htm)
Llegamos a la terminal de autobuses oriente (TAPO) como a
las 9:10 de la mañana, pero llegamos a sentarnos porque el autobús había salido
diez minutos antes. Tuvimos que esperar el de las 10:00. A las 9:50 pasamos a
la sala de espera solamente para escuchar “pasajeros con destino a…”; entonces
comenzamos a formarnos en fila en la puerta uno para pasar al andén.
Caminamos hacia el autobús donde nos revisaban los boletos
antes de subir, nos correspondieron los asientos 1, 2 y 3. Diez minutos después
una persona, seguramente de la empresa de autobuses, nos grabó con una
videocámara. Subió el operador y comenzamos el viaje.
Apenas se movía la unidad hacia a tras cuando en los
monitores apareció una película: Rescatando al soldado Bryan, película que no
vi, o por lo menos no le puse atención porque todo el camino me la pasé
escuchando música.
Llegamos a la terminal del pueblo a las tres de la tarde,
algo engarrotados y cansados después de tanto tiempo de camino. Recogimos
nuestras maletas y salimos a esperar a mi tío Alex pues pasaría por nosotros.
Media hora después llegó en su camioneta y nos enfilamos hacia la casa de mis
abuelitos, para ese momento ya eran las 4:30 de la tarde.
Al día siguiente me desperté a las siete de la mañana, bajé
a desayunar pero sólo comí un plátano y que me salgo a entrenar futbol. Después
de tres horas todos comenzaron a levantarse; mis primos, al darse cuenta de que
no estaba le avisaron a mi mamá. A las once regresé a casa y luego luego mi
mamá me preguntó dónde andaba, jugando, respondí. Allá no hay problemas de
inseguridad, queridos lectores.
En la noche prendimos una fogata y asamos salchichas, la
velada estuvo muy divertida. A las 12 de la noche nos metimos a dormir.
Por la mañana, todos salimos rumbo a Zapotitlan (Salinas),
poblado que está bastante lejos pero es bonito. (http://www.e-local.gob.mx/work/templates/enciclo/puebla/Mpios/21209a.htm).
Allá visitamos el Manantial de la Huerta, estuvo muy refrescante. Regresamos a
la casa como a las 10 de la noche; estábamos bastante cansados que llegamos a
dormir. Al día siguiente muy temprano regresamos a la capital. Tres días
maravillosos.